La incertidumbre de querer.
Te saludo desde la ventana de mi auto, esperando que aun tengas esas letras que algún día escribí para ti. Alcanzo a ver una leve sonrisa que se despliega por tu rostro haciéndote obvia ante tu inconformismo con la situación. Que desagrado....
Realmente espero que sigas tomando tus medicinas y estés yendo al doctor como es debido. El hecho de que no este contigo no quiere decir que tengas que cambiar tu ritmo de vida; o tal vez estoy siendo demasiado egolatra al pensar que si quiera te preocupa ese insignificante importante hecho. Me quedaré con las ganas de haberte podido llevar a una cita, con las ganas de llevarte a tomar un café... se lo mucho que te gusta el café. Sigo con la curiosidad de saber que es estar un día entero contigo, sin limite de tiempo ni nada que se le parezca. Todavía traigo las ganas de irte a buscar a tu ensayo y recibirte con un caluroso abrazo. Ganas de haberte podido llevar flores a una de tus presentaciones; traigo unas inmensas ganas de ser la primera en la fila de tu graduación. Y todas esas cosas que quisiera haber podido hacer y no las hice. Lo mas irónico es que no las hice porque no haya querido, porque ganas nunca me han faltado...
¿Seguirás esperando un mensaje mio? ¿Una llamada tal vez?
¡Que maldita es la incertidumbre de querer!
Tus besos tan lejos de mi y tu mirada tan cerca.
Recuerdo aun lo liviana que era esa punzante mirada...
Y ahora no es nada menos que un balde de agua fría cada vez que cruzamos los ojos la una de la otra.
Creo que soy una pésima persona. Estúpida por aferrarme a los "hubieras" que giran en mi cabeza.
Ahora solo puedo ver pasar los segundos de mi pantalla, uno tras otro. Así como una tras otra se vuelcan las olas del mar.
Realmente espero que sigas tomando tus medicinas y estés yendo al doctor como es debido. El hecho de que no este contigo no quiere decir que tengas que cambiar tu ritmo de vida; o tal vez estoy siendo demasiado egolatra al pensar que si quiera te preocupa ese insignificante importante hecho. Me quedaré con las ganas de haberte podido llevar a una cita, con las ganas de llevarte a tomar un café... se lo mucho que te gusta el café. Sigo con la curiosidad de saber que es estar un día entero contigo, sin limite de tiempo ni nada que se le parezca. Todavía traigo las ganas de irte a buscar a tu ensayo y recibirte con un caluroso abrazo. Ganas de haberte podido llevar flores a una de tus presentaciones; traigo unas inmensas ganas de ser la primera en la fila de tu graduación. Y todas esas cosas que quisiera haber podido hacer y no las hice. Lo mas irónico es que no las hice porque no haya querido, porque ganas nunca me han faltado...
¿Seguirás esperando un mensaje mio? ¿Una llamada tal vez?
¡Que maldita es la incertidumbre de querer!
Tus besos tan lejos de mi y tu mirada tan cerca.
Recuerdo aun lo liviana que era esa punzante mirada...
Y ahora no es nada menos que un balde de agua fría cada vez que cruzamos los ojos la una de la otra.
Creo que soy una pésima persona. Estúpida por aferrarme a los "hubieras" que giran en mi cabeza.
Ahora solo puedo ver pasar los segundos de mi pantalla, uno tras otro. Así como una tras otra se vuelcan las olas del mar.
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