10.18


Cada palabra: un abismo.

Es agosto.  
                   Agosto es impaciente.
Le habitan precipitaciones.
                                             Los relojes me hablan.
Desaparece tu rostro de mi ventana.
Se precipita también mi cuerpo,
me embriago de neuronas – anales, viscerales, terrenales –
                                              y escupo tus besos a través de mi piel.
Ahora mi corazón
                               es un museo con recuerdos en peligro de extinción.

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