Luces de la calle.
Cuando noche, en los pasillos
las luces de la calle
derriten las estrellas.
Y con el tiempo,
dentro del humo de mis cigarrillos
se esconden y permanecen quietas.
Las luces necias, me ciegan.
Uno por uno se devoran mis ojos.
Y atentas despiertan cuando el sol se esconde.
Me enferman de noche;
pero la gente habla, dice y murmura
pero la gente no entiende
no habla
no calla
creen que respiran
éste aire consumido por sus luces,
que cuando noche y cuando día
a nuestras almas aturden.
Hoy las luces confunden a la noche,
duermen a las estrellas,
despojan a la luna de su propia vida
y le quitan a nuestras almas
el aire que respiran.
¿Quién cegará mi alma cuando estas luces se apaguen?
¿Quién cegará mi alma cuando estas luces se vayan?
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