La Caja Turbia

Cuando noche, en los pasillos las luces de la calle derriten las estrellas. Y con el tiempo, dentro del humo de mis cigarrillos se esconden y permanecen quietas. Las luces necias, me ciegan. Uno por uno se devoran mis ojos. Y atentas despiertan cuando el sol se esconde. Me enferman de noche; pero la gente habla, dice y murmura pero la gente no entiende                       no habla                        no calla             creen que respiran éste aire consumido por sus luces, que cuando noche y cuando día       a nuestras almas aturden. Hoy las luces confunden a la noche, duermen a las estrellas, despojan a la luna de su propia vida y le quitan a nuestras almas ...

Cuando dos premisas se encuentran    despues de buscar                      en miradas, se abrasan.        "consumanse en las brasas de la tierra        que el aire y los mares   han unido" Desconocen razones; [Desconozcanse en cada          saludo y despedida] Enciclados, enciclados en              el mar del tiempo mismo que une y mira,    mira, encarna y paraliza las páginas y sus palabras        vacías que se unen al cierre.

Si funciona o no, es cosa de letras. Aquí no se duda, basta con tener el aliento contento. Con tener el dolor ahogado en sonrisas, para después salir a pescar en un mar de caricias. Con tener apartada toda idea de odiar, para poder encontrar en Ella las cosas que tú no puedes mirar. Porque si de una u otra se sabe poco o mucho, no hay nada de certero en creer que no es cierto, que no es cierto que te quiero; Y que la poesía que no sale de mis dedos está en ti... Cuando sale de mi boca y te la robas con tus besos.