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Mostrando entradas de mayo, 2015

EL VERBO SER

 " Conozco la desesperación a grandes rasgos. La desesperación no tiene alas, no se halla necesariamente en una mesa servida en una terraza, en el atardecer, al borde del mar. Es la desesperación y no el regreso de una cantidad de hechos sin importancia como las semillas al caer la noche dejan un surco por otro. No es el musgo sobre una roca o el vaso para beber. Es un barco acribillado por la nieve si queréis, como los pájaros que caen y su sangre no tiene el más mínimo espesor. Conozco la desesperación a grandes rasgos. Una forma muy pequeña delimitada por joyas capilares. Es la desesperación. Un collar de perlas para el cual uno no sabría encontrar un broche y cuya existencia ni se sostiene en un hilo, tal la desesperación. Del resto no hablemos. No hemos terminado de desesperarnos si comenzáramos. Yo, me desespero por la pantalla a las cuatro, me desespero por el abanico a medianoche, me desespero por el cigarrillo de los condenados. Conozco la desesperación a grandes rasgo...

La incertidumbre de querer.

Te saludo desde la ventana de mi auto, esperando que aun tengas esas letras que algún día escribí para ti. Alcanzo a ver una leve sonrisa que se despliega por tu rostro haciéndote obvia ante tu inconformismo con la situación. Que desagrado.... Realmente espero que sigas tomando tus medicinas y estés yendo al doctor como es debido. El hecho de que no este contigo no quiere decir que tengas que cambiar tu ritmo de vida; o tal vez estoy siendo demasiado egolatra al pensar que si quiera te preocupa ese insignificante importante hecho. Me quedaré con las ganas de haberte podido llevar a una cita, con las ganas de llevarte a tomar un café... se lo mucho que te gusta el café. Sigo con la curiosidad de saber que es estar un día entero contigo, sin limite de tiempo ni nada que se le parezca. Todavía traigo las ganas de irte a buscar a tu ensayo y recibirte con un caluroso abrazo. Ganas de haberte podido llevar flores a una de tus presentaciones; traigo unas inmensas ganas de ser la primera en ...

¿Aceptas?

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Hagamos un trío, ¿Te parece? Llamaré a tus sentimientos,  y les pediré que colaboren contigo y conmigo. O de lo contrario dejemoslo así, No los llamo. así ya no colaboran contigo, ni mucho menos conmigo. Ni con nadie. Porque no los usas. Tal vez ni los necesitas... Sin embargo prefiero el trío. Me gusta pensar que aun lo merezco. ¿Aceptas?