Paronimia
Se escuchan distantes Es su rostro y el tuyo Amargos y agrios En lánguidos recuerdos. Penetran tus palmas y las líneas que le siguen Penetran la brisa y la mierda que se extingue Penetran la sangre que se esfuma en nuestra piel Y regresan a la linea, y a tu palma también. Gritan sin aullidos, sin quejidos y sin voz. Son gritos secos y vacíos Vacíos de piedad y justicia. Vacíos de alma y de carne. Y con la carne la sangre. Se amordazan en el día. mudos en la noche. Son iguales a la luna Iguales a su noche. Oscura y silenciosa. Silenciosa... Y oscura. El frío los envuelve A su rostro y al tuyo Y aún así no entiendes, Que su rostro y el tuyo Son iguales, Iguales al mío Y al de todos. Iguales a esta fétida peste Que se siente al gritar Y sentirse mudo. Un año de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.